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“¿Quién dice la gente que soy yo?”, preguntó Jesús. Y estos niños responden: “Eres Camino, Verdad y Vida”. Lo hacen con una voz que dice algo nuevo, que se escapa a los mayores. Porque es Camino, Verdad y Vida, la persona de Jesús es la única moral, la única teología, la única liturgia.
El Cristo de Gospell y Superstar aquí se hace Vida, Muerte y Resurrección. Representando su vida, los niños cantan “Soy feliz” porque “es ungido para proclamar”; así viene la promesa “te seguiré”, y todo es “alegría, amigo”.
Mirando a la Pasión, quieren entonar las palabras de Jesús: “Permaneced en mi amor”, “Venid a mi mesa”, “En tu cruz sigues hoy”, “Me pongo en tus manos”. Ante estas últimas palabras de Jesús, los niños sienten: “Sin ti no puedo estar”. Y no se olvidan de la Virgen: “Te has quedado sin hijo, Madre Buena”. Todo acaba en el estallido de la Resurrección: “Jesús es el Señor”; y sigue la nueva vida: “Mirad, vive a nuestro lado”. Por Jesús, es posible soñar “Adelante por los sueños que aún nos quedan”.
Todo es un juego rápido de sonrisas, palmas de júbilo, lágrimas y explosión de Pascua. Pasa del drama a la vida, de la tragedia a la fiesta.
Realmente la figura de Jesús sigue seduciendo. Estos niños lo han dicho en Asturias, Madrid, Aranda de Duero, El Escorial y tantos sitios. Desde una Residencia de Ancianos a la Catedral de Segovia. ¡ADELANTE!
¿Cómo creen que lo han hecho hoy nuestros "pequeños" actores?
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